Mi amor hacia el porteo

Desde que nació mi primer hijo me interese por tenerlo cerca de mi, si se puede llamar instinto, pero no tenia idea acerca de los portabebés ergonómicos así que en nuestra ignorancia utilizábamos una 'colgona' 

Mi aventura con el fular comenzó con mi primer hijo, cuando estaba por cumplir 2 meses una compañera del trabajo me visitó durante mi permiso de maternidad al ver en facebook que mi esposo yo utilizabamos una mochila inadecuada, entonces me trajo el regalo que cambiaría para siempre mi maternidad: mi primer fular. Me enamoré por completo, nunca antes había visto ni sentido algo igual, definitivamente sentía la diferencia entre la colgona y mi fular

No sé si existe otra forma de maternar sin portear, porque lo use desde siempre con mis hijos, pero sé que definitivamente es responsable en gran parte de que mi maternidad haya sido tan placentera, y realmente es uno de los mejores y mas emotivos recuerdos que tengo del poco tiempo en que nuestros hijos reclaman nuestros brazos y cercanía, hasta hoy recuerdo el olor de cabecita de mi hijo bajo mi mentón, a la altura de mis besos



Mi primer hijo con 5 meses

Con mi hijo mayor lo usábamos para las idas al supermercado, a dar caminatas, para trabajar, ir a paseos, con él de cierta forma el porteo era mas social, sin embargo con mi segunda hija el fular cobro otro tipo de importancia, a diferencia de mi primer hijo, mi niña buscaba estar en brazos 24/7 , también sufrió de cólicos por casi 1 mes por una intolerancia a un medicamento que tuve que consumir en la lactancia, entonces el fular paso a ser mi fiel compañero para esos largos días, paso a ser el mejor confort para mi niña que necesitaba de constante contacto, el mejor compañero para realizar las tareas de la casa sin dejarla de tener cerquita, el aliado de mi hijo mayor para compartir con el mis abrazos, juegos y compañía, el cómplice para que mi esposo y yo podamos tomarnos de las manos caminando, hacer todas las comidas juntos.  

Mi segunda hija, primera foto con 40 días, segunda foto con 1 año 2 meses

Al entregarme este regalo, mi compañera me enseñó los nudos básicos, luego vi vídeos, tutoriales, imágenes, leí, leí y leí, y mi pasión por el porteo crecía y crecía, tanto que nunca necesitamos carritos y nunca fue un problema tener que cargarlos para realizar otras actividades, no sé lo que es cansarme de ellos o precisar ponerlos a cuidados de otros para poder hacer mis tareas 

Al principio fue difícil lograr la postura adecuada para mi bebé por la falta de practica y me sentía un poco insegura, pero pronto con tutoriales de YouTube practicando frente al espejo junto a mi esposo mejoramos y experimentamos con mucho mas gusto su uso


Papá desayunando y Malenita escuchando su corazón


Desde siempre mi marido y yo los porteamos por todos lados y la gente siempre nos miraba muy sorprendida, la gran mayoría de veces con mucha ternura e interés. Un día en el estudio fotográfico de mi marido, una madre me pidió que le venda mi fular… y una sensación extraña me recorrió ¡ no podía desprenderme de mi fular, me acompaño en tanto! entonces le ofrecí comprar la tela, confeccionarla y venderle uno nuevo, termino super feliz y yo igual que ella. 

A partir de ese día sentí  la necesidad de llegar a mas madres con mi experiencia y con mucha ilusión y trabajo creamos Agapichu 
Agapichu es la forma amorosa en la que mi marido me llamaba cuando eramos novios, quedo para siempre como un mote de ternura y amor, un apelativo de "chulina"

Y así vamos pasito a pasito aprendiendo y enseñando a que otros padres como nosotros disfruten de su pa/maternidad y los beneficios del porteo para el día a día tanto para ellos como para sus bebés







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