A mi bebé no le gusta el porteo ¿Que hago?

El fular no tiene ningún secreto, simplemente suple los brazos de mamá/papá y no hay bebé a quien no le guste la cercanía con sus padres

Lo primero que les recomiendo siempre, es que antes de intentar que el bebé se sienta cómodo, debemos estar cómodas y relajadas nosotras, si tenemos dudas o estamos nerviosas, entonces este sentimiento se va a transmitir al bebé y manifestará su incomodidad, usualmente llorando.

Es muy importante no frustrarte, porque ves a otras mamás felices con sus bebés y el tuyo no quiere. Recuerda que cada bebé es diferente y sobre todo, cada bebé tiene su ritmo y sus tiempos.

Consejos básicos que te servirán:

1. Información y práctica

Infórmate del correcto uso del portabebé o del nudo que vas a realizar con el fular para que este bien utilizado. Después prueba con tu bebé cuando este bien tranquilo

2. Busca el momento apropiado

Asegúrate de que todas las necesidades de tu bebé están cubiertas (hambre, sueño, pañal…) y que vos estás tranquila y sin apuros. Si estás nerviosa o inquieta el bebé lo notará y se contagiará. Un buen momento es después de una toma de leche/titi, o al despertarse de la siesta (si tiene buen despertar) o después de un baño relajante

3. Saltitos, balanceo, canto, baile, besos, palabras

Abrázale como si estuviera en tus brazos sin tela de por medio y balancéate, da saltitos, muévete, cántale, háblale con cariño explicándole lo que vas haciendo… Así sabrá que es algo bueno y que van a disfrutar de ello. 

4. Salí a la calle

Terminar el nudo y salir a caminar. Si llora un poco mi consejo es que termines el nudo y salgas a hacer algo. El ambiente de la calle, el movimiento que recibe con tu propio caminar, son sensaciones placenteras que le harán relajarse y muy probablemente dormirse.

5 -Todos los días, un ratito

La mejor manera de que se acostumbre es probar todos los días por espacios muy cortos de tiempo. No te empeñes en que el primer día pase mucho rato ahí, una vuelta corta, para comprar el pan, por ejemplo, será suficiente. Él mismo te irá indicando cuánto tiempo desea estar.



Esta situación es mucho más habitual de lo que parece y tiene solución si tenemos paciencia y mantenemos la calma. Lo que no hay que hacer es tirar el portabebé dentro del armario y olvidarnos de él.

Estos consejos, y cualquier otro que se te ocurra observando las reacciones de tu hijo, ayudara a que los dos puedan disfrutar rápidamente del porteo y en poco tiempo le verás sonreír cada vez que saques el fular para ponértelo.

¡Feliz porteo!